Última llamada
Dicen que el capital no tiene nacionalidad pero si la tienen los que lo manejan.
Los neoliberales decidieron perder el control de la moneda y el crédito al permitir que el grueso de la banca pasara a manos extranjeras, pero además, como habían estatizado la deuda incurrida por el manejo corrupto y criminal de la banca con el FOBAPROA (ROBAPROA se le dice), a muchos bancos internacionales se les hizo atractivo invertir en México, contaban con un ingreso garantizado por el Estado e imponían comisiones elevadas que ni siquiera imponían en los países donde el banco contaba con nacionalidad.
Citi compró Banamex con una evasión espectacular de impuestos y luego contó con el apoyo del gobierno para no pagar impuestos, y llevarse cantidades enormes de ganancias a su país, pero cambiaron los vientos y al parecer no les gustó.
Así que deciden deshacerse de la parte del banco que se les cayó por abusivos e ineficientes, para mantener aquella donde se ayuda a lavar dinero y manipular el mercado de valores.
El llamado a mexicanizar el banco implica mantener las ganancias en el país y recuperar un acerbo cultural que igual no podría conseguir permisos para salir de México, pero la cultura no es de interés para los bancos a menos que les deje ganancias.
El reto no es solo mexicanizar, sino cambiar el enfoque de créditos para el desarrollo y no para enriquecer banqueros. Por cierto, sería un despropósito dejar que un evasor como Salinas se haga de esa riqueza.
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