Xochitl Patricia Campos López
¿Qué prepara la ultraderecha mexicana que se muestra tan exigente para elegir a su candidato para la presidencia de la república? Aunque los momios afirman que las preferencias electorales benefician, en modo superior, al presidente López Obrador y los candidatos de la Cuarta Transformación; lo cierto es que hay tantas contradicciones en los procesos internos de Morena y las trayectorias de los supuestos delfines presidenciales que, no obstante la magnitud de las encuestas favorables a la simpatía por el lopezobradorismo, queda un rescoldo para la duda.
Y es que, si la oposición estuviera derrotada, ¿Cuál es la razón de que los aspirantes a la presidencia mexicana por parte del PRIANRD desarrollaran exposiciones tan extenuantes frente a Claudio X. González? Desde los militantes de distintos partidos políticos, pasando por empresarios y hasta los más diversos líderes de opinión; variados personajes desarrollaron sendas exposiciones respecto de sus proyectos de país, incluso de manera contrastante entre ellos. Aunque se puede acceder a las ideas de estos personajes desde diferentes espacios, parece fortalecerse la idea de que un grupo de notables, más allá de las burocracias partidistas y sus jefes reales, constituyen la élite selecta que certificará las propuestas viables para enfrentar a Morena. ¿Cuál será el criterio determinante?
Sin duda que la pasarela de aspirantes neoliberales frente a la oligarquía mexicana muestra que habrá una selección rigurosa, mediática, académica y motivacional. De entrada, es positivo saber que un escenario como el del 2018 le obliga a la coalición pragmática polipartidista para disponer un candidato altamente competitivo. También el hecho es indicativo de que los recursos económicos designados con bastante antelación y ahorro no serán malgastados, es decir, se busca procurar una implementación de estos con mayor racionalidad.
Después de la campaña electoral que llevó a Vicente Fox a la presidencia de la república, los tambores de guerra anuncian que esta campaña del PRIANRD está tomándose con una seriedad histórica.
El ciudadano es quien más se beneficia con la competencia política; por ello, también es importante que la ultraderecha mexicana piense en todos los electores, principalmente, el caudal cuantificado en millones desde la época de la Secretaría de Desarrollo Social foxista, que vende su voto. Toma lo que dan y vota por ya sabes quien, rezaba una máxima mercadológica de aquella época. Ahora que saben la forma en que se incrementó ese conglomerado de personas que distingue a la democracia delegativa mexicana y sobre quienes se han expresado tan negativamente por la política social del actual gobierno, ¿qué les van a decir? ¿cuánto piensan pagarles por su voto? ¿qué política social les van a generar? La intención cívica y moral que tanto presume la sociedad civil, ya no les alcanza. Las marchas para defender al INE e INAI tampoco son suficientes para ganar el 2024. La clase media ya no existe.
Su esperanza de triunfo radica en la propuesta de país que brinden a la gran mayoría que afecta la pobreza y marginalidad. Ojalá que esto no se le pase a la oligarquía mexicana.
La auscultación y selección que está haciendo el sector empresarial que patrocina al PRIANRD, muestra que MORENA también debe desarrollar un proceso selectivo riguroso para equilibrar la competitividad.
El 2024 representa una gran oportunidad para renovar a la clase política mexicana, depende de las élites políticas no desaprovechar el tiempo que el país y el pueblo necesitan.
Además de la candidatura a la presidencia de la república, los otros cargos públicos sujetos a elección ciudadana también resultan importantes para el criterio de los ciudadanos. Los equipos de los principales aspirantes a la presidencia de la república y ejecutivos estatales se integran por cada sujeto impresentable que predice un nefasto futuro gane quien sea. Cada elección es una oportunidad histórica, pero los colaboradores y equipos de los candidatos tienen preferencia por una distopía política.
La exigencia que plantean los empresarios para el candidato a la presidencia de la república también es importante en sus colaboradores y equipos de trabajo. De nada sirve el proyecto y el hombre sin los colaboradores adecuados. Aunque parece elemental la política de la panza y despensa para los sectores cuya rentabilidad electoral depende del mercado, en política la percepción es también forma, fondo y figura.
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