Divagaciones de la Manzana
Martha Chapa
Desde que explotó en los medios de comunicación el asunto del plagio de la tesis profesional de la Ministra Yasmín Esquivel, la razón y el derecho han estado del lado de la UNAM.
Tal afirmación no solo se basa en que se trata de mi Alma Máter, sino ante la evidencia contundente tras el análisis y dictamen que emitió en el sentido de que es un acto deleznable e ilegal de quien lo cometió.
Queda claro entonces que las críticas y sanciones no debieron ni deben recaer en nuestra Universidad, sino en la responsable de esta nefasta conducta, es decir de Yasmín Esquivel, y en otra medida contra el propio Presidente López Obrador por no haber expresado aún su reprobación y quien incluso hasta la ha solapado.
Es cierto que este oprobioso asunto se ha empantanado debido a que se ha mostrado respetado a la Ley e igual detectado un vacío normativo, impidiendo invalidar de facto esa tesis duplicada, aunque se han ido adoptando acciones y otras más que vendrán seguramente de carácter mayormente drástico.
Decisiones indiscutibles que se sustentarán, como lo esperamos, en el principio de autonomía, a pesar de que a López Obrador le resulte incómoda y constantemente la cuestione y agreda.
Es preciso actuar conforme a derecho y en todo caso hallar ese espacio suficiente para interpretar la Ley Orgánica, a fin de desconocer formalmente la tesis de la Ministra, y más aún, se podría en el plazo inmediato desconocerla institucionalmente, mientras se procede jurídicamente. De esa manera se quitaría de encima la institución tantas críticas mal intencionadas e improcedentes sobre una actuación supuestamente legalista y omisa en cuanto a sus facultades educativas y académicas. Ojalá pronto el Rector y el Consejo Universitario así lo determinen en beneficio de esta gran institución que tantas aportaciones le ha brindado a la Nación.
De paso, compruebo a la vez, que si bien nos alegra que una mujer llegue a los más altos niveles de responsabilidad ya sea en las instituciones públicas, sociales o privadas, no solo se sustentan en términos de la equidad de género sino también en función de los conocimientos, experiencia y honestidad que se demuestren.
El caso es que sigue tan campante la Ministra como si nada importante hubiera ocurrido, en tanto las evidencias comprobatorias de impunidad y cinismo se desbordan frente a todas y todos nosotros.
Por eso, confiamos que la verdad y la justicia culminen y ahora sí que resuene una vez más nuestro Goya y lema universitario, como siempre, llenos de orgullo.
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