Los que aplaudían al desplazamiento del ejército en el país, critican el plan de AMLO de echar mano de los militares en su estrategia de seguridad.
Los que doblan la cerviz ante el capital en México, critican que AMLO acerque a fuertes empresarios para escucharlos.
Parece ser que López Obrador está confundiendo a sus críticos arrebatándoles la crítica, pero los corifeos levantan la voz haciendo evidente que son empleados de los intereses que buscan debilitar al nuevo gobierno.
Parece contradictorio que AMLO se mueva en dirección contraria a lo que planteo en la campaña, lo que puede interpretarse como inconsistencia, pero existe la posibilidad que esos giros estén mostrando la reacción ante el golpeteo del gran capital que ha empezado a jugar con la bolsa y la cotización del dólar, adelantando inestabilidad.
El capital mexicano y sus aliados internacionales, algunos bancos y las calificadoras, se han atrevido a especular con el escenario de dentro de seis años (reelección de AMLO) y metieron al peso en la montaña rusa de la especulación, por eso tiran la bolsa y el peso ante ciertas declaraciones, e invariablemente mueven a las plumas que tienen alquiladas para que lancen veneno aunque se contradigan de lo que han dicho hasta hace muy poco. Por suerte, en las redes sociales mucha gente no cae en el engaño, aunque otra gente siga repitiendo como perico lo que lee o escucha y todo esto enmarcado en las noticias falsas.
Vivimos una turbulencia provocada que está siendo neutralizada, y que optimistamente, terminará a partir de la toma de poder. Eso cuando el gran capital pase la factura de lo que espera del gobierno y que el gobierno logre mostrar su cara y efectividad.