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Asesinato

El Estado de derecho en México se evaporó.

Han surgido ejecutores que asesinan delincuentes en la vía pública o en transporte público.

El último caso es el de un militar en retiro que sufrió un intento de asalto en la Ciudad de México. El militar, que portaba un arma y credencial de la Secretaría de la Defensa, desarmó a un maleante y luego lo mató, y paso seguido, no obstante que había llamados de la gente a que no matara al otro hampón, procedió a liquidarlo. Eso se llama en México y el mundo una ejecución.

Varias preguntas se desprenden de este hecho:

1) ¿Por qué un militar retirado continúa portando una identificación del gobierno como si estuviera en activo? Si está jubilado debería llevar una identificación que lo acredita como tal.

2) ¿Por qué un militar retirado continúa portando un arma? No existe ninguna razón para que un ex militar ande armado por la ciudad.

3) ¿Por qué el asesino fue dejado libre para seguir su proceso, siendo que mató a dos personas.

Es muy grave el cuadro de violencia y delincuencia que vive el país. La violencia está desatada y la sociedad ha empezado a hacerse justicia con su propia mano, lo que abre la puerta para abusos e injusticias.

En otros casos de “justicieros”, los perpetradores logran huir evadiendo la acción de la ley, lo que no los justifica. En este caso, las autoridades están obligadas a aplicar la ley con todo rigor y establecer el principio que nadie, aunque sea ex militar está o puede estar por encima de la ley.

Un país sin Estado de Derecho, es un país sin libertad y sin democracia.

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