Mal empieza la semana al que ahorcan en lunes.
Mal empieza la campaña antecedida por una andanada de porquería, guerra sucia, mentiras y marrullerías.
En la política mexicana no buscan ganar los que pueden mostrar que son mejores, sino los que tratan de mostrar que el otro es peor. Así que es necesario sacar los implementos de limpieza porque la mierda será la característica del proceso electoral, otra vez.
Desde los expertos en guerra sucia que construyen un escenario de miedo para aterrorizar a la sociedad para que no vote contra el malo, hasta la difusión de reportes inexistentes y mentiras, hasta las amenazas de judicializar un proceso que recién empieza.
Propuestas hay, pero en lugar de discutirlas para obligar a los gobiernos a que implanten las mejores, se dedican a tratar de despedazarlas porque vienen de parte del malo.
Atestiguamos un declive de la política y su degradación, al grado que comúnmente se sostiene que los políticos son pendejos, deshonestos e incapaces, de ellos solamente pueden salir malos resultados.
De nuevo se cumple el ciclo dónde nos llaman a votar por el malo para no votar por el peor. El problema consiste en saber cuál es el peor.